viernes, 25 de marzo de 2016

Trastorno obsesivo-compulsivo en los niños y adolescentes


El TOC es un trastorno de la ansiedad que consiste en obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos no deseados y que producen preocupación, culpa, o vergüenza. 
Las compulsiones, también denominadas como rituales, son conductas que el niño siente que debe realizar repetidamente para aminorar los sentimientos molestos o prevenir que algo malo ocurra. Para un diagnóstico adecuado de TOC, estos comportamientos deben ocupar tiempo e interferir con la actividad diaria del niño.
¿Qué clase de obsesiones se dan en los niños y adolescentes? 
Los niños pueden preocuparse por los gérmenes, ponerse enfermos, la muerte, que ocurran cosas malas o hagan algo mal. La sensación de que las cosas deben estar “perfectas” son comunes entre los niños. Algunos niños tienen ideas perturbadoras o se imaginan haciendo daño a los demás, pensamientos impropios de su edad o de tipo sexual
. ¿Qué clases de compulsiones o rituales se dan en los niños y adolescentes? Existen muchos rituales diferentes como el lavado y el aseo, la repetición acciones hasta la perfección, volver a empezarlas, hacer las cosas exactamente igual, borrar, rescribir, formular la misma pregunta continuamente, confesarse o disculparse, decir palabras o números al azar, revisar, tocar, pulsar, contar, rezar, ordenar, arreglar, y acumular objetos.
 ¿En qué se diferencia el TOC de otros comportamientos infantiles? 
Es común que muchos niños tengan rutinas a la hora de comer, acostarse o cuando se despiden. Estas rutinas generales se atenúan a medida que los niños crecen. Los niños que tienen TOC continúan con estas rutinas ya pasada la edad correspondiente, o se vuelven muy frecuentes, intensas o molestas, y empiezan a interferir con la actividad diaria del niño.

¿Cómo afecta el TOC a los niños y adolescentes? 
El TOC puede hacer que la vida diaria resulte muy estresante para los niños. Generalmente, los rituales requieren mucho tiempo, y los niños llegan tarde a la escuela o a sus actividades. Esto genera tensión o discusiones en la familia. Los niños no son capaces de disfrutar el tiempo con sus amigos o divertirse cuando el TOC ocupa su tiempo libre. En la escuela, las obsesiones y los rituales tales como revisar, borrar y rehacer tareas afecta a la atención y a la concentración, al cumplimiento de las tareas y a la asistencia escolar. Los niños más mayores y los adolescentes pueden creer que están “locos” y trabajen duro para esconder el TOC a los demás. Sobrellevar el día a día con el TOC puede ser agotador. Los niños diagnosticados de TOC tienen, generalmente, rituales a la hora de acostarse que sienten que deben realizar. Por lo tanto, se acuestan tarde y están cansados durante el día. Todo este estrés los pone tristes, irritados o explosivos

Autor: Aureen Pinto Wagner, Dra, profesora clínica adjunta de Neurología, 

1 comentario:

  1. Interesante tu artículo Carmela,triste a la vez que niños puedan sufrir esto.

    ResponderEliminar