domingo, 7 de febrero de 2016

¿Qué es el TDHA?

El trastorno por déficit de atención (TDAH) con o sin hiperactividad está constituido por un conjunto de fenómenos neuropsicológicos, cuyos síntomas principales son los períodos cortos de atención, es decir, la elevada distractibilidad, y la hiperactividad.
Al TDAH se le llama trastorno porque es un conjunto de síntomas que tienen una etiología común y siguen una evolución (curso y pronóstico) igual.
No se usa la palabra enfermedad porque esta denota la existencia de una cierta lesión en algún orgáno -que, en este caso, sería el cerebro- lo cual no es correcto. Es decir, el TDAH es una alteración en lo que consideramos como el comportamiento “normal” de un niño, adolescente o adulto.

Cuál es la historia del TDAH? 

Aunque existen datos de descripciones clínicas de niños hiperactivos en Alemania a mediados del siglo XIX por parte de H. Hoffman, que en el año 1873 describió a niños con exceso de actividad o intranquilos, la primera definición del TDAH fue realizada por G. Still.
En el año 1902 Still publicó la primera descripción a partir de un grupo de niños con conductas similares a las actuales en niños con TDAH; describiendo un cuadro de conductas desafiantes, desobediencia, agresividad, irritabilidad, niños nerviosos e inquietos, insensibles ante el castigo e indiferentes ante las órdenes y las normas. Se observó que  no obedecían a deficiencias intelectuales, si no a un “déficit en el control moral” de su comportamiento. No obstante, Still consideraba que el origen debía ser biológico o el resultado de un daño en el momento del nacimiento.
En 1914, A.Tredgold argumentó que el TDAH podría ser causado por una disfunción cerebral secundaria a un tipo de encefalitis en la cual quedaba afectada el área del comportamiento.
Ebaugh, a principios de los años veinte halló síntomas similares en niños que habían sufrido encefalitis debido a una epidemia en el año 1917, asociando una alteración de tipo neurológico.
A partir de esa epidemia, los médicos observaron una mayor cantidad de niños que presentaban la sintomatología descrita por el doctor Still y se le llamó “trastorno conductual postencefálico”. En 1934, Khan y Cohen proponen el término de “síndrome de impulsividad orgánica” para explicar el origen orgánico del TDAH, bajo la hipótesis de relación entre los síntomas descritos por Still y una posible disfunción cerebral.
Hacia la década de los 40, Strauss y Lehtinen introdujeron el concepto de “daño cerebral”, tras la observación de casos de niños que mostraban síntomas de “daño cerebral” sin signos de lesión encefálica, permitió asumir que habrían presentado un daño imperceptible, y así se acuñó el término de “daño cerebral mínimo”, al no poderse demostrar daño real.
En la década de los 50, Laufer y Denhoff utilizaron el término de “síndrome hipercinético”, usado anteriormente por Ounsted, para designar la hiperactividad.
Al evolucionar el estudio del cerebro, adquirieron mayor relevancia los aspectos funcionales y así en la década de los 60, Clemens usó el término “disfunción cerebral mínima”.
Con el paso de los años se dejó de lado el aspecto de disfunción cerebral ya que implicaba  algún problema en el cerebro. Los enfoques variaron y los aspectos conductuales se tomaron en consideración, la actividad motriz se ubicó como manifestación central, centrándose en términos de hiperactividad y hipercinesia, retomando así el concepto de síndrome hipercinético y acabó recibiendo el nombre de “reacción hipercinética de la infancia”, que incluyeron en el Manual de diagnóstico y estadística del año 1968 (DSM-II), de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).
En la década de los 70, Douglas y sus colaboradores ampliaron el concepto al detectar problemas en el control de los impulsos y la dificultad para mantener la atención en los niños con TDAH.
En 1980, el TDAH adquirió categoría oficial de “trastorno” refleja el DSM-III, pasándose a llamar “trastorno por déficit de atención” diferenciando con hiperactividad (TDAH) y sin hiperactividad (TDA). En 1987 se eliminaron los dos subgrupos, por lo que quedó “trastorno por déficit de atención con hiperactividad”(TDAH).
En la última edición, el DSM-IV-TR (APA, 2000), se han mantenido los tres subtipos: con predominio de inatención (TDAH-I), con predominio de hiperactividad/impulsividad (TDAH-HI) y combinado (TDAH-C), con síntomas de inatención e hiperactividad/impulsividad.

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