miércoles, 14 de agosto de 2013

TRES FORMAS DE PEREZA

El budismo habla de tres formas de pereza y su manera de remediarlos:
La primera consiste sencillamente en pasar el tiempo comiendo y durmiendo.
Para combatirlo, el budismo nos insta a reflexionar sobre la muerte y la caducidad. La vida es demasiado corta para emplear su tiempo en cosas demasiado banales. Hay que aprovecharla. Rodéate continuamente de lo que quieres en tu vida… Vuélcate en lo esencial ya que no sabes cuándo dejarás de estar aquí. Aleja de ti lo tóxico, lo que no te aporta a tu sabiduría interior.
La segunda, consiste en decirse “alguien como yo no conseguirá nunca la realización espiritual”
Aquí podemos hablar de desarrollo personal o transformación interior.
Muchos creen todavía que la felicidad está fuera de nosotros, en lo que hacemos o tenemos. En otro artículo hablaba de eso. Lo importante es descubrir lo que somos. Este camino es muy complicado de andar. El budismo nos anima a hacerlo descubriendo los beneficios que esta transformación tiene, en último término, ser más felices.
La tercera consiste en agotar nuestro tiempo en tareas de menor importancia en nuestra vida, problemas menores.
Nos decimos cosas como “cuando acabe esto me dedicaré a encontrar sentido a mi existencia” “esto es urgente, ya me pondré con lo que realmente quiero”
El antídoto que propone Matthieu Ricard, monje budista, es <>.
Me pregunto qué es lo esencial para ti. Si te puede ayudar, pregúntate ¿qué haría si me quedara 1 año de vida? cuando te hayas respondido pregúntate ¿y si me quedara 1 mes?. ¿Y si te quedara tan sólo 1 día?.
¿Te ayuda esto a descubrir qué es lo esencial en tu vida y romper con la pereza?
Para terminar, una de las claves que el budismo nos propone para alcanzar la felicidad es darnos a los demás, fomentando la compasión, el altruismo y como define el Dalai Lama, laResponsabilidad Universal, preocuparnos verdaderamente por el mundo que habitamos. Porque probablemente cuando no estés aquí, la gente recordará de ti no lo que hiciste o tuviste, sino lo que fuiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario