domingo, 29 de mayo de 2011

QUÉ PREGUNTAS ES CONVENIENTE PLANTEARSE ANTES DE SEPARARSE


Todos quienes han pensado en separarse quisieran poder tener claro si están tomado la decisión correcta, sin embargo hay múltiples asuntos que hay que tener en mente en el proceso de decisión. Como terapeutas de pareja nos es imprescindible tener presente que cuando uno quiere tomar la decisión, debe hacerlo como una decisión informada. Además es importantísimo el factor tiempo, es decir, si es que esta idea de separarse se mantiene por lo menos por más de 4 meses continuamente, todos los días, y a pesar que ambos han mostrado cambios. Aquí deviene la necesidad de preguntarse ciertas cosas, y no sólo dejarse llevar por la emoción, que es sólo parte de nuestro ser humanos.
Esta lista de preguntas son una guía inicial para tomar una decisión de la mejor manera posible. Requiere de una disposición a la introspección, de mirarse y de mirar al otro quizás de maneras no habituales. Una decisión así requiere de todo el esfuerzo necesario, para evitar confusiones que sin duda pueden afectar a quienes nos rodean.
Entonces, si les es útil, tomen lápiz y papel, y a reflexionar.
1. ¿Tengo absolutamente claro el por qué me quiero separar?
a) ¿Por qué quiero separarme ahora? ¿Por qué no me separé antes
b) Las razones: ¿Qué pasó en los últimos (al menos) 3 años que me convencieron de separarme? ¿Estoy teniendo otros problemas o frustraciones en mi vida? ¿Estoy angustiado o deprimido desde hace un tiempo atrás, por ej. pérdidas o duelos pendientes?
c) Es importante hacer una lista ACTUAL de las quejas fundamentales de ambos. No sacar a relucir viejas quejas, que en esencia no son posibles de resolver.
d) En esta lista, las quejas se pueden dividir en las tres áreas más importantes de una relación de pareja: ¿en cuáles considero que estamos muy mal?: Intimidad (afectividad y comunicación), pasión y compromiso 
    2. ¿Hemos hecho todo lo posible para salir de la crisis en la que estamos? ¿Cuánto he cambiado yo para lograrlo? (Se suele condicionar la salida de la crisis al otro. Todo en la pareja es bilateral).
a) Cuando discutimos: ¿quién emplea las actitudes de rígida defensividad (culpa al otro de todo), distancia e indiferencia, descalificaciones personales y desprecio? 
b) ¿Cómo he cooperado yo en mis problemas con mi pareja? Es necesario mirarse para ver cómo participo en la relación y en el problema actual.
3. ¿Tengo claro qué es lo que realmente me gusta-disgusta del otro?
a) ¿Cuáles son todas las cualidades y defectos de mi pareja? ¿Son más los defectos que las cualidades?
b) ¿Cómo se ha comportado mi pareja en momentos realmente significativos: positivos y negativos?
c) ¿Cuáles son las cualidades y defectos que mi pareja ve en mí? ¿Qué le doy yo a mi pareja? ¿En qué está disconforme mi pareja? (Para algo que es muy importante en la vida, hay que enterarse por qué el otro no quiere lo mismo).
d) ¿Qué defectos o neuras soy capaz de bancarme y cuáles no?
4. ¿Quiero separarme por que estoy cansado, enrabiado o frustrado?
(La decisión ojalá se pueda tomar teniendo las emociones más claras, desde la templanza. Tarea: dejar de “reaccionar” a las acciones u omisiones del otro).
5. Si siento que ya no lo/la amo ¿Estoy seguro/a que esto va a seguir así aún si cambia, repara o reacciona?
a) Aunque en estos momentos no siento amor por mi pareja: ¿cuánto tiempo atrás lo sentía? ¿Le tengo cariño a esta persona? ¿Lo admiro como ser humano? 
(El amor de pareja demora al menos 2 años en desaparecer completamente, y puede estar perfectamente interferido por otras emociones, que habitualmente cuando disminuyen, dejan surgir nuevamente el amor).
6. ¿Cuáles van a ser las consecuencias emocionales y económicas para mi y mis hijos? ¿Tengo claro cómo lo voy a enfrentar?
a) Para mis hijos, ¿es mejor que me separe y que lo haga ahora?
b) Decisión realista: tener claro que viene para adelante. ¿Cómo me las voy a arreglar solo/a?
7. ¿Estoy dispuesto a ir a una terapia de pareja?
 Esta pregunta es esencial, ya que mirar de otra manera junto a un profesional puede generar cambios importantes en una potencial decisión. Si aún así, cómo mínimo después de unos 4 meses de terapia, se mantiene la decisión, al menos puede ser INFORMADA, clara y con ayuda para que sea lo menos dolorosa para ambos.
Referencias: Por Ps. Dra. Alejandra Godoy y Ps. Antonio Godoy

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