martes, 20 de enero de 2015

DEPRESION Y VITAMINA D

Los psicólogos sabemos que a veces las personas pueden presentar síntomas de depresión pero que es importante descartar otras condiciones (como el conocidísimo caso del hipotiroidismo), antes de hacer un diagnóstico. A continuación te presentamos una lista de 6 condiciones que pueden parecer una depresión pero no serlo:
1. Deficiencia de vitamina D
Hace unos años investigadores canadienses realizaron una revisión y análisis sistemático de 14 estudios que reveló una posible asociación entre los niveles de vitamina D y la depresión. Específicamente, encontraron que niveles bajos de dicha vitamina se correspondían con depresión y más posibilidades de padecerla.
La mejor fuente de vitamina D es la luz solar, pero siempre debemos ser cuidadosos con los horarios en los que nos exponemos a ella y tener en cuenta el historial familiar de cáncer de piel.
2. Hipotiroidismo
Por sus síntomas (cansancio, sentimientos de inutilidad, irritabilidad e incapacidad de tomar decisiones), esta condición puede confundirse fácilmente con una depresión. Pero la detección del hipotiroidismo es un tanto complicada dado que al parecer la medicina se vale sólo de un examen de sangre para diagnosticar y el mismo no puede proveer una imagen acertada. De acuerdo con la Thyroid Federal International, se estima que más de 300 millones de personas en el mundo sufren de disfunción tiroidea, pero solo la mitad es consciente de su condición.
3. Niveles bajos de azúcar en sangre
Las personas que experimentan niveles fluctuantes de azúcar en sangre diariamente, suelen ser resistentes a la insulina, un precursor de la diabetes tipo II. El Journal of Orthomolecular Medicine muestra 82 estudios que vinculan la resistencia a la insulina con la depresión. Uno de los estudios, que contó con 1054 reclutas militares masculinos finlandeses, encontró que los síntomas de depresión moderados a severos incrementaban hasta casi 3 veces el riesgo de resistencia a la insulina.
Llevar una dieta cuidadosa es importante en estos casos.
4. Deshidratación
Esperar a sentir sed para tomar agua no es muy sabio ya que para entonces la deshidratación ya se ha instalado. Dos estudios hechos por el Laboratorio de Desempeño Humano de la Universidad de Connecticut, concluyeron que incluso la deshidratación leve puede alterar el estado de ánimo de una persona.
“Nuestra sensación de sed no aparece hasta que estamos 1 o 2 por ciento deshidratados. Para entonces, la deshidratación ya está instalada y empezando a impactar el desempeño de nuestro cuerpo y mente”, explica Lawrence E. Armstrong, autor de uno de los estudios y experto internacional en hidratación.
No esperes a sentir sed para tomar agua, siempre ten una botella de agua contigo, incluso si no estas haciendo ejercicio.
5. Intolerancias alimentarias
Según libros como “Grain Brain” del Dr. David Perlmutter y “The Ultramind Solution” del Dr. Mark Hyman, algunos alimentos pueden desencadenar inflamación en nuestros cuerpos igual que las toxinas del ambiente. Mientras en algunas personas se presenta como urticaria, en otras causa tristeza o ansiedad. Según Hyman, estas reacciones retrasadas a comidas o alérgenos escondidos causan “alergias cerebrales”, reacciones alérgicas en el cuerpo que provocan inflamación en el cerebro.
6. Abstinencia de cafeína
Esa levantada que te da el primer sorbo de café expreso no es gratis. Solo que no asocias la ansiedad y depresión que sentís tres horas más tarde porque estás en otras cosas. Esos son síntomas de abstinencia que, si sos sensible a las sustancias similares a las anfetaminas, se pueden traducir en lágrimas, temblores, ataques de pánico, entre otros.
Es muy importante tener en cuenta estos 6 puntos para que las personas puedan tener un diagnóstico y tratamiento acertados.
Fuente: everyday HEALTH

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