domingo, 31 de mayo de 2015

DEPRESION

 Algunos de los síntomas más habituales que aparecen en la clínica media diarias como enmascaradores de depresión son (Marin)

1. Algias y paretesias como las cefaleas, dorsalgias, síndrome cerviacal o fibromialgia.
2. Trastornos sensoriales como vértigos y anomalías en los sentidos del gusto, olfato y visión.
3. Trastornos neurológicos y neurovegetativos del tipo acatisia, sudoración excesiva, lipotimias y crisis vasovagales, temblores, tics, movimientos anormales, astenia y síndrome de fatiga crónica.
4. Trastornos digestivos comunes como aerofabia, colitis (incluyendo colon irritable y colitis ulcerosa), ulceras gástrica y duodenal.
5. Trastornos cardiocirculatorios como hipertensión arterial, trastornos del ritmo, parestesias precordiales (dolores en las extremidades superiores o inferiores).
6. Otros trastornos psicosomáticos como dinea, rinitis, asma, enuresis nocturnal, impotencia, frigidez, alopecia areata, eczema y equimosis.



Son muchos los síntomas corporales observables que pueden enmascarar una depresión (lo cual no significa que lo sea y el diagnóstico diferencial es obligatorio en cada caso). El problema del clínico consiste en ser capaz de reconocer una depresión en esa maraña de síntomas que cada día se encuentra en su actividad, considerando que el diagnóstico de la depresión es casi exclusivamente clínico pues no hay signos ni síntomas patognomónicos ni pruebas funcionales que resuelvan de forma inmediata el diagnóstico diferencial. Esto requiere que muchos profesionales cambien el patrón de observación según el cual no se diagnostica positivamente más que lo que se conoce y se busca.


Fuente. Blas rodriguez Armas

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